30.1.07

Los días y Las noches

El frió lo desperto, el ladrido del perro le incomodaba, no podía estar más tiempo en la cama; pensaba en las pocas cosas que en el día tendría por hacer. Cuando no tenía nada por hacer hacia su actividad preferida, deprimirse; fuertemente tallaba el cuerpo al bañarse como si con esa fuerza se contruyera alguien nuevo; pasaban los segundos, venían los minutos y de pronto ya habían pasado horas y él había ya lavado diez veces las manos.

La tecnología se come el tiempo a prisa, sustituía las cartas por palabras enviadas electrónicamente, hizo de su tiempo una burbuja hablando con gente que no conocía. El teléfono rara vez sonaba, la casilla del mail rara vez recibía mensaje alguno, pero en su mente había sonado y recibido ya varios mensajes, sólo así sabría que se encontraba vivo. Veinticinco eran sus años, delgado su cuerpo y mucha su monotonía.

Se servía la comida, apresurado la consumía no fuera hacerse tarde para su próxima cita; tenía una diaria cita con su ventana, fijamente la veía, recostado comprendía su vida sumergida en un continuo ciclo donde veía las mismas artesanías.

Cerró sus ojos y termino aquél martes que resumía la crónica de varios años de su vida.
"La depresión es una enfermedad cruel y destructiva para cientos de vidas entre ellas la mía"

1 Comments:

Blogger Erranteazul said...

Podrías venir?...Tal vez no todos ni todas, pero algunos días y otras noches podríamos compartir...los sueños, las palabras, el paso de una estrella fugaz, fugaz, fugaz...

11:07 p.m.  

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